O cómo convertirte en la mejor versión de ti mismo, aunque la batalla sea dura y necesites ser disciplinado y tener la mente de un guerrero para cortar de raíz el ego que te limita en todo.
Con esta asana, te mueves hacia lo desconocido. Con el pecho hacia delante (futuro), aligerando lo que hay detrás, y la pierna levantada hacia atrás (pasado), tu cuerpo volverá a centrarse en la pelvis y tu mente en el equilibrio.
Esta postura te ayuda a volver a centrarte. La pierna firmemente anclada en el centro (presente) es un recordatorio de la importancia del momento presente. También es una asana muy exigente físicamente, ya que requiere unos músculos de la espalda y los isquiotibiales muy fuertes. Virabhadrasana III te ayuda a aceptar lo nuevo y a desprenderte de lo viejo, permaneciendo estable y fuerte.
El equilibrio está garantizado por tres sistemas: el oído interno, la vista y la propiocepción. Esta asana trabaja el equilibrio dinámico, cuando entras en la postura, y el equilibrio estático cuando la mantienes.
Ventajas:
Cuida de ti mismo,
Namaste
Aude