Las horas que se pasan frente al ordenador, detrás de un volante o con la cabeza inclinada sobre un smartphone dejan su huella en la parte superior de la espalda. Está encorvado y los hombros van hacia delante. Además de dar la impresión de estar retraído y abrumado por las responsabilidades, esto puede causar dolor de cuello.
La buena noticia es que el hombro es una articulación muy móvil. Por lo tanto, realizar algunas posturas sencillas puede ayudar mucho a enderezarte.
En el día a día, no hay nada como el siguiente reflejo en cuanto se piensa en él: rodar los hombros hacia atrás, mientras se aprietan los omóplatos, en una respiración profunda.
Para dar un paso más, coloca los antebrazos en la parte baja de la espalda y agarra un codo con cada mano. Durante unas cuantas respiraciones, tus hombros se llenarán.
Muchas de las asanas que se practican durante una sesión de Hatha Yoga también permiten esta apertura de los hombros. Los brazos en Gomukhasana, en la foto de al lado, son un ejemplo perfecto. Si te resulta difícil llevar las manos a la espalda, no dudes en utilizar un pañuelo o un cinturón. ¡La repetición del movimiento será, por supuesto, tu mejor aliado!
Cuida de ti mismo,
Namaste
Aude
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