Nombreuses sont les causes de la sensation de lourdeur au niveau des jambes : la position assise de longue durée, le fait de piétiner, la chaleur…mais aussi les tensions relationnelles ! Eh oui ! Toujours cette relation corps-esprit 😉
Evidentemente, siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud, que será el único garante de un diagnóstico fiable y de las recomendaciones para una atención adecuada. Sin embargo, el yoga puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y linfática al tiempo que armoniza una mente más tranquila.
Las posturas de inversión, en las que las piernas están por encima del corazón, permiten que llegue más oxígeno y sangre al cerebro y mejoran el retorno venoso. No es necesario hacer equilibrio sobre la cabeza para hacerlo. El simple hecho de apoyar las piernas contra la pared (Viparita Karani) es beneficioso. La postura de la vela (Sarvangasana en sánscrito), que es un poco más comprometida, también es beneficiosa.
Las posturas de torsión o compresión como Garudasana, la postura del águila, ayudarán a estimular el flujo de la linfa al provocar una nueva afluencia de sangre y linfa cuando se libere la postura.
La combinaison inversion/compression est un délice 🙂 À plat dos, les bras le long du buste, monter les jambes à 90° puis crocheter les jambes en Garudasana. Changer le croisement des jambes après quelques minutes.
Por último, la respiración lenta y profunda desde el abdomen hasta la caja torácica será una fiel compañera de la circulación de los fluidos corporales. En tiempo caluroso, deben preferirse las respiraciones refrescantes como Chandra bedhana o Sheetali.
Cuida de ti mismo,
Namaste
Aude